Nuestro proceso de diseño se basa en un primer acercamiento con el abrir todos los sentidos y conectarnos con el lugar. Hay mucha información y hay que estar abiertos de diferentes maneras para recibir todo lo que se nos brinda. Como estudio, nos es imposible pensar un proyecto desconectados del sitio. Es la primera información que recibimos, y debemos ser muy respetuosos con ella.
Luego desarrollamos un exhaustivo análisis del programa, entendiendo que el programa es mucho más que la suma de las partes. Nuestros proyectos buscan lograr una síntesis de diseño, función y contexto.
Entendemos que el programa tiene una parte formal referida a los requerimientos del comitente, pero tiene una parte más sensible que tiene que ver con el entender cuál es el alma de quienes lo van a utilizar y nuestra mirada propuesta de cual programa debería sumarse teniendo en cuenta nuestro análisis de las oportunidades que se presentan.
Cada proyecto es un nuevo desafío para la búsqueda conceptual. Consideramos que siempre debe haber una búsqueda en la que se explore más allá de lo resolutivo. Cada proyecto es una nueva oportunidad.
Si bien en cada proyecto hay búsquedas individuales, siempre hay conceptos que exploramos y seguimos trabajando y profundizando. Estos tienen que ver con no solo crear arquitectura, buscamos también crear paisaje. Por eso nos es muy importante el trabajo sobre la espacialidad, sus no limites, su interacción con la luz y su materialidad.
Somos creadores de espacios que permanecen en el tiempo por lo que es importante pensar las obras dinámicamente para que el paso del tiempo las enriquezca. El protagonismo se lo lleva el paisaje.
Nuestra propuesta valora el proceso. Un proceso integral de diseño. La innovación en la sostenibilidad. Respuestas creativas y únicas a los problemas. Promovemos y realizamos proyectos que responden a estos valores, con el fin de hacer que nuestros ambientes sean más saludables y en busca de un bienestar común, para mejorar la calidad de vida.